lunes, 18 de marzo de 2013

LA IMPORTANCIA DE LA AUTONOMÍA EN LA INFANCIA



¿QUÉ ES LA AUTONOMÍA?


  • Autonomía es por definición, la condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie. 
  • Ser autónomos es ser uno mismo, diferenciado de los demás, con un conocimiento de nosotros mismos, de lo que deseamos y sentimos. 
  • Convertirse en autogestores 
  • Este conocimiento nos da la capacidad de no depender de los demás para sentirnos bien. 
  • La autonomía también nos ayuda a aceptarnos y tener la seguridad de que somos capaces de salir adelante en la vida. 
  • Si favorecemos la autonomía en los niños, tratando de no sobreprotegerlos, les iremos inculcando una buena imagen de sí mismos, con convicción y recursos para superar las dificultades diarias.


LA AUTONOMÍA


Si queremos que nuestro hijo/a se convierta en una 
persona autónoma, tenemos que enseñarle, 
en las primeras etapas de la vida, 
todo aquello que está preparado y dispuesto a aprender.


De lo contrario, nos tenemos que preparar para que 
dependa de nosotros o para depender 
nosotros de ellos, realizando 
las tareas que a ellos le corresponde.

¿CÓMO LOGRAR LA AUTONOMÍA? 

  • Evitar sobreprotección. 
  • Tampoco sobreexigir. 
  • Ayudarles a desarrollar la tolerancia a la frustración. 
  • Fomentar el gusto por hacer las cosas por sí mismos. 
  • Enseñarles a hacerse cargo de las consecuencias de sus actos (responsabilidad). 
  • Darles la oportunidad de equivocarse, de que se caigan, de que fallen, que aprensa de los errores experimentándolos. 
  • Que aprendan a asumir responsabilidades poco a poco, de acuerdo a su edad. 
  • Si no son capaces o no le pedimos que asuman pequeñas tareas, después no van a poder asumir responsabilidades mayores. 
  • Entre los 3 y los 5 años de edad los niños deben adquirir “hábitos de independencia”, es decir, a realizar por sí mismos las tareas relacionadas con la alimentación, sueño, higiene y vestido. 

¿QUÉ SUPONE ALCANZAR LA AUTONOMÍA? 

Autonomía-seguridad: conquistando la autonomía conseguimos seguridad. Las personas autónomas son personas seguras. 

  • Si sobreprotegemos estamos trasmitiendo el mensaje: “todos tenemos que cuidarte, tú no tienes que esforzarte, eres pequeño, no eres capaz de aprender”. 
  • El niño/a al que le dan todo hecho, siente que necesita depender de las demás personas para afrontar la vida. 
Autonomía-responsabilidad:
  • Es un error pensar que los niños pequeños no pueden asumir responsabilidades. 
  • “El ser humano aprende a responsabilizarse, o a no hacerlo, desde la primera etapa de su vida”. 
Autonomía-atención:
  • Si asumen la responsabilidad de realizar sus actividades cotidianas, aprenden a concentrarse. 
  • Al cabo del día tendrán que hacer muchas actividades en las que tendrán que prestar atención. 
  • Esto repercutirá después en sus estudios y aprendizajes. 
Autonomía- inteligencia:
  • Cuando enseñamos a hacer las cosas autónomamente, lavarse, peinarse, etc., le estamos enseñando a desarrollar un orden lógico. 
  • Por tanto, se desarrolla su capacidad de pensar y razonar. 
  • Razonar para resolver situaciones cotidianas. 
Autonomía -fuerza de voluntad:
  • También se desarrolla la fuerza de voluntad en la infancia. 
Autonomía- disciplina, obediencia:
  • La autonomía permite que se desarrolle la disciplina interna y la obediencia externa. 

¿CÓMO PONER EN PRÁCTICA TODO LO DICHO ANTERIORMENTE? 


  • Nunca enseñar a hacer una actividad cuando tenemos prisa. 
  • Cuanto más se aleja el aprendizaje del momento óptimo para aprender, nos resultará más difícil. 
  • Animarle y motivarle. 
  • Ser exigente con él/ella y reforzar sus logros. 
  • Explicarles en un primer momento lo que tienen que hacer y cómo hacerlo. 
  • Dejarles practicar.

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