LA MEMORIA
La memoria es una capacidad humana que interviene en todas las actividades que realiza una persona en su vida diaria. Sin la memoria perderíamos parte de nuestra capacidad para orientarnos o para reconocernos.
Definimos la memoria como la capacidad mental que posibilita al individuo a registrar, conservar y evocar las experiencias.
Podemos descomponer la memoria en dos partes: los sistemas de memoria o tipos de memoria, que es donde se almacena la información aprendida; y los procesos o mecanismos que utiliza la memoria para realizar el almacenamiento y recuperación de la información.
TIPOS DE MEMORIA
1. MEMORIA A CORTO PLAZO
La información procedente de nuestros sentidos es procesada y almacenada en la MCP antes de pasar a la memoria a largo plazo.
En este almacén temporal es mantenida hasta que la utilizamos para cualquier actividad. Una vez utilizada, dicha información puede olvidarse por la llegada de una nueva información o por el paso del tiempo, o pasar al almacén de la memoria a largo plazo si nos interesa retenerla para utilizarla en el futuro.
2. MEMORIA A LARGO PLAZO
La MLP es definida como un sistema mnésico con una capacidad ilimitada de almacenamiento, donde la información no se perdería jamás. Sería un complejo sistema en el que se encuentra almacenado todo lo que conocemos del mundo.
Se puede dividir la MLP en diversos sistemas en función de la información que almacenan:
- Memoria procedimental. Almacena el conocimiento que tenemos sobre cómo se hacen las cosas (montar en bici, tocar la guitarra, etc.)
- Memoria semántica. Memoria de los conocimientos, en ella se almacena todo lo que conocemos sobre el mundo que nos rodea.
- Memoria episódica. Almacena los recuerdos de hechos concretos de nuestra vida (cumpleaños, caídas, navidades, etc.)
MECANISMOS DE ALMACENAMIENTO
1. REGISTRO. Adquirir la información del mundo que nos rodea y que queremos almacenar en nuestra memoria (prestar atención sobre algo)
2. CONSOLIDACIÓN. Procesar la información, ordenarla y asociarla con el conocimiento que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida.
3. RECUERDO. Traer a nuestra mente, con las claves o ayudas adecuadas, las cosas que hemos almacenado con anterioridad en la memoria.
LA CONCENTRACIÓN
Una buena memoria depende en gran medida de la concentración y la observación que, a su vez, dependen del interés del tema. Es necesario ser capaz de abstraerse de otros pensamientos y dejar que el cerebro absorba los hechos.
EJERCICIOS PARA EL ENTRENAMIENTO:
- Recordar a las personas y lo que dicen. Practicaremos mirando detenidamente a alguien y preguntándonos a nosotros mismos cuestiones relativas a su aspecto. Cuando la volvamos a ver llenaremos los vacíos de nuestra memoria e intentaremos hacer la prueba de nuevo. De esta forma descubriremos que empezamos a observar inconscientemente, recordándolo todo fácilmente.
- Practicar la escucha activa. Podemos mejorar nuestra forma de escuchar forzándonos a poner interés en la persona que nos habla. Si surgen otros pensamientos los alejaremos. El arte de escuchar con atención se alcanza naturalmente una vez establecido el hábito.
- La observación. Se pueden realizar diversos ejercicios, por ejemplo, pensar en una habitación que conozcamos e intentar recordar todo lo que podamos sobre ésta; estudiar los objetos de un escaparate y formarnos una idea de la disposición y precio de cada artículo; estudiaremos una foto durante un minuto y haremos que otra persona nos haga preguntas sobre la misma.
- La lectura concentrada. Para ello vamos a practicar la retención en la memoria de un objeto, excluyendo todo lo demás; si nos sobrevienen pensamientos de otro tipo nos detendremos y tomaremos un descanso.
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